Cineasta estadounidense Cary Fukunaga.
Nueva York, Honduras
Para dar realismo a su ópera prima el cineasta estadounidense Cary Fukunaga quiso experimentar en carne propia las adversidades que enfrentan los centroamericanos que cruzan México tratando de llegar a Estados Unidos en busca de una mejor vida.
Y pese al miedo que sintió la noche que decidió separarse de sus amigos para tomar un tren solo en Chiapas, donde oyó disparos y gritos en algún vagón continuo, asegura que lo más difícil no era el peligro, sino dejar en el camino a personas que iba conociendo y que le iban cambiando la vida.
Vea: Trailer de la película
"Tras compartir tantas emociones y experiencias, dejarlos en el camino para mí era muy difícil", afirmó el autor de "Sin nombre", una cinta en español que se estrena el viernes en Nueva York, Los Angeles y San Francisco y que la próxima semana llega al Festival de Cine de Guadalajara.
Pero tenía que "seguir viviendo mi vida, y ellos tenían que seguir viviendo una vida más difícil que la mía", añadió en buen castellano, que aprendió de pequeño en México, donde pasó varios veranos con su familia.
Protagonizada por la mexicana Paulina Gaitán (Sayra) y el hondureño Edgar Flores (Casper), "Sin nombre" sigue a dos adolescentes cuyos caminos se cruzan en las vías de un tren. Sayra se ha reconectado con su padre y decide viajar con él y su tío desde el norte de Honduras a México, con la idea de llegar eventualmente a Nueva Jersey.
Mientras Casper, también conocido como Willy y miembro de la Mara Salvatrucha de Tapachula, México, intenta esconder su apasionada relación con la hermosa Martha Marlene (Diana García), una amenaza para la fraternidad.
Cuando el líder del grupo Lil' Mago (Tenoch Huerta Mejía) obliga a Casper y el recluta de 12 años Smiley (Kristyan Ferrer) a ayudarlo a asaltar el tren en el que viajan Sayra y su familia, ambos adolescentes enfrentan juntos un peligro aún mayor al que encaraban por separado.
"Para mí lo más importante era, (debido a) que no soy latino, que no vengo de esa experiencia... escribir desde un punto de vista más personal", expresó Fukunaga, quien en enero obtuvo en Sundance el premio al mejor director de un largometraje dramático estadounidense por "Sin nombre".
"No quise explotar la miseria de la gente solamente para hacer una película. Porque es ficción, era muy importante que yo compartiera un poco del peligro y la miseria".
El proceso de investigación comenzó en el 2005, cuando Fukunaga recibió en el mismo festival una mención honorable por su cortometraje "Victoria para Chino" y le preguntaron si tenía un guión listo para un taller de cine.
"Dije que sí aun sin tenerlo", confesó el director de 31 años. En dos semanas escribió el borrador de un tríptico del cual una de las historias era sobre un pandillero que mata a su jefe para salvar a una chica". Así surgió la historia de Casper.
"Cuando me dijeron que quedé con el papel fue algo increíble", declaró Flores, quien filmaba su primera miniserie al recibir la noticia.
"Quedé como cinco segundos asimilándolo, a ver si era en serio o sólo querían ver mi expresión, porque ... Cary estaba grabándome", añadió el hondureño de 20 años, quien en el filme hace de mexicano. "No le creí al principio. Luego (la productora) Amy Kaufman me dijo, 'en serio, queremos que seas Casper'".
El novel actor relató que el director le enseñó muchos videos de la Mara para ayudarlo a prepararse para el rol.
"Y dado que vivo en un país donde el efecto de estas pandillas se siente (aunque) no muy latente ... (y) a que mi madre vivía en una zona de alto riesgo delincuenciario y yo tenía que ir a visitarla, pude conocer ciertos tipos y personalidades", explicó. "Así que basado en esas pocas experiencias logré implantarme en el personaje y logré algo creíble".
Para la mexicana Gaitán, que hace papel de hondureña y quien también vio documentales sobre inmigrantes "para saber lo que vivían estos chavos, lo que tenían que pasar los que se topaban con los maras... fue una experiencia muy padre", expresó a la AP.
"Cary es súper talentoso. Aunque es muy joven tenía muy bien en mente lo que quería y eso nos ayudó a que no nos costara trabajar con él", dijo la actriz de 17 años. "Edgar también es súper talentoso. Tuvimos muy buena química desde el principio, fue muy fácil".
La mayor dificultad para Gaitán, quien se dio a conocer en Estados Unidos con "Trade" (2007), fueron las escenas que rodaron sentados sobre los techos del tren en movimiento.
"La primera vez que me subí estaba temblando, muriéndome del miedo", confesó. "Pero lo demás Cary nos llevó muy bien, no costó tanto trabajo".
Fukunaga, quien en algún momento durante su investigación llegó a tener "los pelos de punta" por el miedo y decirse 'qué estúpido soy de subir al tren y de estar aquí solo solamente para investigar una película!', está más que satisfecho con el resultado.
"Creo que es una película completa que tiene mucho sentido", concluyó. "Es mi primer bebé y estoy súper feliz. Vamos a ver en algunas semanas cómo la trata el público".
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