Dolientes retiraron ayer los restos mortales de los dos campesinos.
Tegucigalpa, Honduras .
La policía identificó a las víctimas como Javier Ochoa Recinos, de 26 años, y Orlin Guillermo López, de 30, quienes eran originarios y residentes en el mismo lugar.
Los cadáveres de los infortunados fueron trasladados a la morgue de Medicina Forense para practicarles la autopsia y ayer en horas de la tarde se los entregaron a los dolientes.
El sangriento atentado
Un doliente relató que el sangriento suceso se registró el sábado al filo de las 4:30 de la tarde, cuando los infortunados regresaban de cazar garrobos en la ribera del río y que, de repente, unos malhechores les dispararon desde un matorral, matándolos en el acto.
Los autores materiales del crimen se dieron a la fuga tras cometer su fechoría, mientras que un equipo de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) inició las averiguaciones orientadas a esclarecer el caso.
Miriam Flores, compañera de hogar de Ochoa Recinos, aseguró que él no tenía enemigos; mientras que López sí había tenido problemas con unas personas, por lo que sospechan que ese podría ser el origen del atentado criminal.
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