Un semoviente y una cisterna paralizaron la carretera del Norte, una de las principales arterias comerciales del país.
El hecho se debió a que a eso de las 3.45 de madrugada de ayer viernes, Fredman Matamoros, nicaragüense y conductor de una cisterna cargada de gas butano, se accidentó a la altura del sector conocido como "Cuesta de la Virgen".
El percance ocurrió porque un semoviente se le atravesó en el camino. Matamoros intentó esquivarlo, pero más bien provocó que el pesado automotor se diera vuelta.
A medida que transcurría el tiempo se manifestaba más el nerviosismo, pues en la oscuridad se apreciaba una especie de rayo azul que salía del tanque cisterna cuya estructura se hendió.
Cuando las temperaturas calentaban más, cundió el pánico de que se produjese una llama, por lo que el Cuerpo de Bomberos de Estados Unidos, asentado en la base de Palmerola, les recomendó a sus colegas hondureños que se pusieran en contacto con la compañía Tropigas en Omoa para enviar a especialistas a tratar el problema. La acción fue muy difícil porque los técnicos no podían pasar de Siguatepeque a Comayagua debido al caos en la carretera.
La situación causó un enorme congestionamiento vial en el sector. Las largas filas se extendían unos diez kilómetros hacia el Norte y similar distancia hacia el Sur del lugar del accidente.
Pánico
Además del embotellamiento, el incidente hizo que el pánico se apoderara de los conductores y de las personas que viven en las cercanías del lugar, pues la cisterna transportaba alrededor de 11,800 galones de gas lpg.
Por ello, la caravana se alejó varios kilómetros del peligro y de inmediato las autoridades del Cuerpo de Bomberos de Comayagua y Tránsito, con la ayuda especial de personal del Ejército de Estados Unidos, entraron en un plan conjunto con las ambulancias de los cuerpos de socorro para evacuar a los habitantes.
A las tres de la tarde, el plan de los especialistas no dio frutos porque había amenaza de explosión. Desde Estados Unidos, asesores de emergencia recomendaban no continuar haciendo esfuerzos por el peligro latente.
Se pidió auxilio a Lafarge Cementos, cuyos especialistas, junto a motoristas de Transportes Barahona, quienes han sido capacitados en el transporte de combustibles gaseosos, arriesgando sus vidas, lograron polarizar toda la estructura de hierro.
Fue necesario movilizar personal auxiliar desde San Pedro Sula para evacuar el gas de las recámaras no afectadas.
Histeria colectiva
Al mediodía, los miles de pasajeros desesperados por el calor empezaron a evacuar las unidades de transporte para buscar un lugar fresco, pero la distancia a Comayagua era de más de doce kilómetros y las medidas de tránsito continuaban muy firmes al no dejar entrar a la carretera a ningún vehículo por Siguatepeque, al igual que Zambrano, adonde llegaban las colas gigantescas.
Para los pasajeros y los miles de conductores que quedaron atrapados en la enorme fila de carros, se volvía caótico hacer sus necesidades fisiológicas, ya que la carretera, por el verano y la construcción, no tiene refugio de árboles ni de casas, mucho menos obtener agua y comida.
Los camioneros optaron por lanzarse sobre el pavimento a dormir; algunos venían con sus familias de Nicaragua.
Reconocimiento
El oficial bombero Jorge Turcios y Herber Gaeckel, por Palmerola, continuamente exponían sus vidas al trabajar en el tanque, al igual que otro número de norteamericanos que usaban equipo especial para evitar intoxicarse y que, al colocar bombas repetidoras de alto impulso, provocó que una corriente de aire desde la carretera lanzara a un matorral al bombero Fermín Morazán, quien se encuentra fuera de peligro.
Los conductores, en su desesperación, se lanzaban en rutas alternas sin salida y otros adivinando la vieja ruta de tierra de la carretera del Norte ponían en riesgo sus vidas.
Los vecinos de la comunidad de Palo Pintado y de la escuela Normal Centroamérica advirtieron el peligro de que el puente bayley se derribara debido a su mal estado y a que no está acostumbrado al soporte de carga de los grandes furgones. Otros conductores destruían sus vehículos porque el camino es de atajos para bestias.
El trabajo en la cisterna continuaba anoche, al cierre de esta edición. El paso entre Tegucigalpa y San Pedro Sula seguía cerrado.
- El paso entre Tegucigalpa y San Pedro Sula sigue cortado por el accidente de la cisterna en Comayagua, a la altura de la "Cuesta de la Virgen".
- Largas filas de vehículos siguen esperando desde la madrugada de ayer que se restablezca el paso entre las principales ciudades del país.
La gigantesca cisterna transportaba 11,880 galones de gas butano lpg.
El accidente provocó el caos de un embotellamiento de miles de carros y camiones.
El intenso calor obligaba a los camioneros a reposar bajo sus unidades
El enfriamiento de la cisterna resultaba muy difícil por poder acercarse los tanques.
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